Bienvenido a mi blog

Me llamo Sergio Ibarra Mellado. Tengo 14 años y vivo en Madrid.
Me gusta el LEGO®, Minecraft, el Origami, dibujar, pintar, recortar, las aves rapaces, los insectos, sobre todo las hormigas, Star Wars y un montón de cosas más.

sábado, 6 de septiembre de 2014

El misterio entre la hierba

El otro día en la casa de la Vera en Cáceres andando sobre el césped buscando grillos, noto que algo se mueve en la hierba, así que me acerqué al sitio y de repente algo parecido a una pequeña culebra saltó como unos cuatro centímetros por encima de la hierba y luego se volvió a meter. Yo me había quedado tan asombrado que apenas distinguí la forma del cuerpo, lo único que sabía es que se parecía a un gusano, una culebra o una lagartija sin patas. Era alargado y rápido, pero no volvió a aparecer, pise todo el césped y no salió nada, así que me rendí y avise a mi padre de que si veía algo saltar en el césped me lo dijera.

Pasaron días hasta que una mañana saltó otra vez. Yo me había olvidado de ese animal y al verlo lo intenté coger, el tiempo que lo tuve en la mano fueron segundos porque enseguida se escurrió y se metió de nuevo. Apareció unas cuantas veces más pero no lo conseguí atrapar.

Un buen día, en la zona donde se acaba la hierba, saltó de nuevo pero calculó mal, se dio de cabeza con la tierra seca y me dio el tiempo suficiente para atraparlo por la cara y el cuerpo. El gusano-culebra-lagartija resultó ser un eslizón tridáctilo (Chalcides estriatus).  En esta foto se le ve el tamaño que tenía.


Ya hablé de los eslizones en la entrada del campamento Félix Rodríguez de la Fuente pero en ese caso se trataba del eslizón ibérico más parecido a una lagartija larga y no tan raro como su primo tridáctilo. El tridáctilo además de tener tres dedos es como si a una lagartija le hubieran quitado lo que le falta de patas y se lo hubieran puesto al cuerpo. En esta foto le comparamos con una pequeña lagartija.



Le preparé un terrario y lo alimenté con las pequeñas arañas de la hierba, se domesticó y lo cogíamos, lo acariciábamos, puede parecer escamoso pero es muy suave. Se enrollaba alrededor de mi dedo como en las fotos: 




Pasó una noche con nosotros y al día siguiente lo soltamos. Aquí está feliz y repanchingado antes de que lo soltáramos: